El Paraíso terrenal

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Sexo/Orgasmo, unión de cuerpo, mente, espíritu, el paraíso terrenal.

Profundizando en esta idea, me fui dando cuenta que realmente se dan todos los elementos del puzle y todo adquiere su sentido.

– Cuerpo: En su sentido más literal un cuerpo pasa a formar parte de otro, uniéndose físicamente. En este momento, la sensibilidad que tenga nuestro cuerpo será máxima, descubriendo sensaciones o zonas, de las cuales muchas veces, ni somos conscientes de tener.

– Mente: Dos seres que forman parte de un todo, unidos como explicamos anteriormente, con un mismo fin u objetivo simultáneo. La unión de la mente con el cuerpo en tanto a ser consciente de zonas del cuerpo, especialmente sensibilizadas, la coordinación y la presencia en este momento será máxima. La mente de ambos y su corriente de pensamiento serán presentes y con un mismo fin.

– Espíritu: En este caso, el sentimiento, conciencia o alma de una persona, esta puesto en el otro, el mayor objetivo es el placer y la entrega sin límites. En este sentido, es lo más cercano que podemos llegar a sentir al otro, como uno mismo, disfrutando como propio, o incluso por encima el placer del otro.

Si Dios/Fuente es amor, y entre dos seres se produce lo anterior y además este último factor, el resultado de esto es experimentar la divinidad de lo que ya somos, sintiendo vivir el paraíso en esos instantes.

Actividad física como algunos deportes; baile. – Ejercicio de conexión con nuestro interior

El baile, uno como puede ser la salsa, requiere cierto nivel de consciencia de nuestro propio cuerpo, ya que necesitamos mover distintos elementos de nuestro cuerpo piernas, caderas, hombros, brazos, cabeza, etc. En muchas ocasiones todas ellas de forma independiente.

Ahora si a esto le sumamos que es un baile que se practica en pareja, si somos capaces de llegar a coordinarnos con otra persona por un mismo fin (bailar, disfrutar, divertirse…)

El resultado pienso que es un buen entrenamiento para mejorar la presencia y la consciencia de uno mismo.

Puedo ver que al igual que en mi reflexión anterior, podría ser una prueba o aperitivo para experimentar este paraíso, sin llegar a serlo, por el nivel de implicación que se tiene y demás factores que no pueden darse. Pero no obstante un ejercicio muy útil y valido.

Celso de Andrés (Marzo 2012)